Más allá de la memoria del hombre moderno, en la antigua
mesopotamia, un alimento llamado cerveza, (lejano en apariencia, textura, sabor y olor al conocido en nuestros días en los que se valoran en mayor medida las experiencias sensoriales), fue concebido como bebida doméstica y elaborado por las mujeres bajo la mirada de la diosa
Ninkasi (quizá la diosa de la biotecnología sumeria) hija de
Enki, el dios sumerio de las artes y los oficios, nacida de las aguas efervescentes del
Abzu, entre los violentos caudales del
Tigris y del Éufrates, estremecida por la intensa cinética provocada por la fermentación de trozos muertos de materia vegetal.
Ninkasi, nació en
Uru-ul-la una ciudad principal, pletórica, intangible, cuna de todos los dioses; al lado de la cual fundó una ciudad tras levantar sus edificaciones. Esta ciudad se encontraba cerca a las aguas originarias o
Lalgar (en su cosmogónica mirada
Lalgar era una región que contenía un inframundo y un supramundo, esta región de aguas dulces y fértiles que proporcionaban la sabiduría y la vida, en ciclos que se unían con la muerte, nombre metafórico dado al
Abzu (Aguas de sabiduría o de conocimiento, aguas profundas).
La misión de esta diosa, era la de preparar cerveza cada día con el fin de saciar el corazón de los hombres bajo el mando de
Ninhursag, por quien fue creada como diosa junto a siete dioses más. Así se dio origen a esta biotecnología neolítica, cuya fabricación iniciaba con una bola de pan de centeno sumergida en agua, hasta cubrirse en una tinaja cilindrocónica de barro, a la cual se le daban solo 3 días de fermentación y que finalmente era sorbida por los sumerios a través de espartillos naturalmente perforados.
Tablilla en cerámica Mesopotamia, 3500-2100 ac
Ninkasi se convirtió así en la diosa de las bebidas fermentadas, aquel alimento que alegraba la vida y regocijaba el alma de los que pensaban que de la restauración de la materia en descomposición, la vida comenzaba de nuevo. En consecuencia no había celebración alguna donde no se cantara la receta a la diosa sumeria, mientras cada día se preparaba el pan líquido que mantenía vivo el espíritu en sociedad.
Ninkasi siendo una diosa de vida, tenía sus raíces profundamente aferradas al mundo de los muertos; difundía la alegría del ciclo de la naturaleza en el cual la espiga del cereal muere para dar paso a la celebración del renacer, cuando la espiga florece de nuevo.
El Himno para
Ninkasi
Nacida del agua que
corre
Cuidada tiernamente
por Ninhursag (Tierra y diosa madre)
Nacida del agua que
corre
Cuidada tiernamente
por Ninhursag (Tierra y diosa madre)
Habiendo fundado tu
ciudad a orillas del lago sagrado
Ella terminó sus
grandes muros para ti,
Ninkasi, habiendo
fundado tu ciudad a orillas del lago sagrado
Ella terminó sus
grandes muros para ti.
Tu padre es Enki,
Señor Nidimmud,
Tu madre es Ninti, la
reina del lago sagrado,
Ninkasi, tu padre es
Enki, Señor Nidimmud,
Tu madre es Ninti, la
reina del lago sagrado.
Tú eres la que
manipula la masa,
[y] con una gran
pala,
Mezclando en un hoyo,
el bappir con aromáticos dulces,
Ninkasi, tú eres la
que manipula
la masa, [y] con una
gran pala,
Mezclando en un hoyo,
el bappir con miel y [dátiles].
Tú eres la que hornea
el bappir
en el horno grande,
Pone en orden las
pilas de granos descascarados,
Ninkasi, tú eres la
que hornea
el bappir en el horno
grande,
Pone en orden las
pilas de granos descascarados.
Tú eres la que moja
la malta
puesta sobre el
suelo,
Los nobles perros
mantienen alejados incluso a los potentados
Ninkasi, Tú eres la
que moja la malta
puesta sobre el
suelo,
Los nobles perros
mantienen alejados incluso a los potentados.
Tú eres la que remoja
la malta en una tinaja
Las olas se elevan,
las olas caen
Ninkasi, eres la que
remoja
la malta en una tinaja
Las olas se elevan,
las olas caen.
Tú eres la que expande
el macerado
cocido sobre grandes
esteras de caña,
La frescura se
impone.
Ninkasi, eres la que expande
el macerado
cocido sobre grandes
esteras de caña,
La frescura se
impone.
Tú eres la que
sostiene con ambas manos
el gran mosto dulce,
Elaborando [lo] con
miel y vino
(Tú el dulce mosto
para la vasija)
Ninkasi, (...)
(Tú el dulce mosto
para la vasija)
El barril filtrador, el
cual hace
un agradable sonido,
Te sitúas
apropiadamente sobre la [tapa de]
un voluminoso barril colector.
Ninkasi, el barril
filtrador
el cual hace un
agradable sonido,
Te sitúas
apropiadamente sobre la [tapa de]
un voluminoso
barril colector.
Cuando echas la
cerveza filtrada
del barril recolector
Es [como] el ímpetu
del
Tigris y el Eufrates.
Ninkasi, tú eres la
que echas la
cerveza filtrada del
barril recolector.
Es [como] el ímpetu
del
Tigris y el Eufrates.
Traducción al español por Javier Dicósimo